sábado, 11 de diciembre de 2010

DICTADORES DE ALTOS VUELOS II: Pol Pot y las redes

Es el momento adecuado, una vez pasada la reflexión de Pisa (que juraría ha durado menos en los medios que cualquier partido del barça), para hacer una reflexión profunda sobre por qué Pol Pot se lleva por derecho propio derecho comansi el honor de pasar a la gran final de hijos de mierda estercolera.

El pimer punto, como ya apuntaron avispadas comentaristas, es que él, como ninguna otra persona antes que él, representa la importancia de la noción de porcentaje. Rápido, qué porcentaje es el 10% del 10% de una cosa... si has tardado mas de cinco segundos en decir que un 1% de esa misma cosa, es que eres tertuliano de la radio o la TV. No te preocupes, aquí estamos para informar. Este post servirá también para utilizar a Pol Pot para enseñar.

En la era en que el ricura de la foto mandaba en la gran Kampuchea Democrática (lo de cambiarle el nombre al Reino de Camboya por el de Democrática era un chist, es que los Khmer Krahom eran unos chistosos del copón) allá por los años 70, el número total de habitantes de dicho país era, millón arriba, millón abajo, de unos 7.5 millones. Fuentes históricas bien informadas indican que se cargó de forma directa a un cuarto de millón de personas y casi directamente a un millón de personas . El historiador Rummel cree que la noción de matar indirectamente, en el caso de Pol-Pot y dada su idiosincrasia, debe reformularse y por tanto subir el cómputo hasta los dos millones de personas.





Hagamos como la wiki y utilicemos el número redondo (nipatínipamí) de millón y medio de muertos. El porcentaje de 1.5 sobre 7.5 es muy fácil de calcular. Atención tertuliano no se pierda, hay un truco, solo tienes que multiplicar el número de muertos por cien y dividirlo por el número de personas vivientes totales del país antes de la masacre. Eso te da un total del 20%. Así pues, se cargó al 20% de la población de su país de forma directa o casi directa. Es por eso que las fosas comunes estaban tan llenas. Os dejo una fotico donde se observa más claramente el llenado.

Pero amigos, esa no es la importancia de un porcentaje.. vaya tontería sacar el porcentaje de un número si eso fuese todo. No, amigo tertuliano, la gracia de la cosa es que ahora puedes comparar con otros paises. Por ejemplo ¿cuántas personas tendría que haber matado directa o indirectamente un líder Chino en los años 60 para llegarle al Pol Pot este a la altura de los zapatos?. En la China de la época, precisamente, lo de la natalidad se estaba desmadrando. A la rica cifra de 4 hijos por familia se veían todos muriendo de hambre en breves lustros si no hacían algo. Y es que por aquella epoca ya habia 600 millones de chinos (50 millones arriba o abajo, tampoco estaba China para estadísticas). El 20% de 600 millones es 600*0.2=120 millones. Observará el tertuliano que sacar un porcentaje de un número es, simplemente, hacer una multiplicación. En el caso del 20% multiplicar por 0.2. Fascinante.




El caso es que esta cifra coincide perfectamente con el número obtenido si multiplicas por 4 las muertes directas y muy semi-directas de Mao. Así pues, ni siquiera sin querer queriendo, Mao se cargó a un porcentaje similar al que Pol Pot se cargó queriendo ¿A que todo se ve con otra luz? Sí, Mao tuvo mérito al cargarse casi 30 millones, pero fue cuatro veces menos efectivo que Pol Pot. Si al menos hubiese llegado a los 50...

Pero más interesante es el método que siguió para cargarse al 20% de la población. Y el método hace que Pol Pot se merezca una estatua en el mundo platónico de las matemáticas. Pol Pot, a grandes tiros, lo que hizo fue forzar a todo el mundo a abandonar las ciudades por aquello de su corrupción, su religión, su degradación y enviarlos a la vida sana del campo. Tío que se quedava en una ciudad, tipo que moría misteriosamente o en masa. La gente tenía que irse al campo. Evidentemente, la mayoría de gente de ciudad no tenia ni pajolera idea de cómo obtener algo de la tierra, así que la mayoría empezó a pasar algo de hambre. Esto hizo que las personas de la grande y democrática Kampuchea empezasen a dudar de la política seguida por Pol Pot y sus amigos chistosos. Como mínimo había comentarios malintencionados.

Pol Pot se sintió un poco traicionado al ver que sus gentes no apreciaban su visión. Sin duda, había traidores entre el populacho. Había que pillarlos.. y a todos. Habría que torturar, aunque fuese en lugares cutres como el de la foto.



¿Pero cómo pillar a todos lo que pensaban que era tonto del culo? Muy fácil, se cogía a cualquier persona que un mando jemer hubiese escuchado una crítica. Se le encerraba, se le torturaba sin matarlo hasta que diese dos, tres o cuatro nombres de otras personas traidoras (digo yo que el número debía depender de la pinta del criminal). Era imprescindible dar nombres de personas conocidas. Una vez dados esos nombres, cuatro por ejemplo, se procedía a capturar a esas cuatro personas, la mayoría de las cuales no sabía de que iba el rollo. No sabían que un conocido suyo estaba detenido. Esas personas eran a su vez torturadas para dar otros cuatro nombres. Los 16 nombres resultantes eran detenidos y torturados, etc...Tenemos una bonita serie de números que crece exponencialmente (si el tertualiano se ha perdido aquí, lo entiendo, siga el link). Dependiendo del número de personas delatadas se mataba al torturado rápidamente o se le enviaba a un campo de trabajo forzados donde se le mataba indirectamente y lentamente.



En la figura se observa una red (que representa a personas que se conocen, cada nodo una persona). Si, empezando desde un punto (nodo), vamos seleccionando cuatro nodos conectados, luego otros cuatro, etc...y si el número de vecinos que pillas es suficientemente alto, puedes llegar a lo que se llama límite de percolación. Un fenómeno que a físicos y matemáticos chifla por igual. Con una bonita sucesión puedes alcanzar potencialmente toda la red por muy lejos que cualquier punto este, o lo que es lo mismo, alcanzar todas los pueblos de Camboya por muy lejos que se encuentren de la confabulación inicial. Imáginate si hay varios focos iniciales.


No es de extrañar que en el Museo Nacional del Genocidio haya una obra NO DE ARTE del S-21 donde toda la silueta del país se ha realizado con un número pequeño de cráneos masacrados. Efectivamente, Camboya se habia convertido toda ella, por arte de la percolación, en una fosa común.




Creo que Saloth Sar (Prek Sbauv, Kompung Thom, Camboya), conocido como Pol Pot se merece estar en la final.

Digo

4 comentarios:

Luarna dijo...

¡Eres superprolijo! Creo que aplazaré la lectura de este interesantísimo post a una hora en que pueda prestar más atención. ¡Contigo aprendo mil!

Anna dijo...

Definitivament un “tipo majo”…

si, mereix ser a la final, si...

acolostico dijo...

Un poco rascado eso de los porcentajes, si uno cuenta que todas las vidas humanas valen lo mismo, entonces la evaluación debe ser por numeros absolutos. Ahora claro, si prefiere una versión etnologica antropologica que proteja etnias y culturas son los porcentajes lo que debe pesar...

Cantidad o calidad?

Otra visión es la fácil de occidental contestatario que no tiene ni puta idea, o sea poniendonos en el papel del tertuliano tipo gato al agua, al tercero que pillaban por que seguía diciendo nombres y no se callaba ya? A ver si el malo no era Pol Pot sino los propios camboyanos acusicas... Y si, gente así existen en las tertulias de más audiencia. Y así nos va...

el bandero dijo...

Sin lugar a dudas se merece estar en la final.

Espero que algún tertuliano te lea y aprenda un poco.